Otra vez se va la primavera, sin mucha gloria y con alguna pena.
Algunos capullos, que anunciaban bellas flores, fueron murieron en el frío de corazones atrapados.
Otros, que florecieron, sirvieron masivamente para adornar tumbas inexistentes.
Solo unos pocos, los menos, llegaron a enamorar.
El amor, como la primavera, parece que se va sin mucha gloria y con alguna pena.
©MCS
19 de junio de 2020